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PAÍS DE ESTUDIO: REPÚBLICA DE PANAMÁ

 
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Mapa de la República de Panama Mapa de las Conmarcas Indígenas en Panama

Introducción General:

Los pueblos indígenas poseen carencias que suponen vulnerabilidad, pero al mismo tiempo potencialidades no solo para su propio desarrollo, sino como aporte al desarrollo humano sostenible de Panamá. Adentro y afuera de la casa hay mar y tierra, y la casa en forma de totuma puede aportar a construir los caminos de acceso al país que propone la Visión Nacional 2020.

Pero esto no será posible si la relación de la sociedad en su conjunto con los pueblos indígenas no cambia su perspectiva y formas de proceder y relacionarse. El verticalismo, las acciones parciales inconexas, la subordinación y el paternalismo deben ser superados por satisfactores sinérgicos, como políticas integrales, la consulta, y la participación real.

Cada vez mas se abre paso en el Estado y la sociedad, la idea que no es posible imponer modelos de desarrollo a los pueblos indígenas, sino que por el contrario, que las potencialidades evidentes y subyacentes pueden y deben aportar a la construcción de una sociedad y una democracia mejor para todos y todas.

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Vista General
de la ciudad de Panama
Representantes del Pueblo Kuna
Congreso Internacional Latautonomy
Puente de las Américas
Ciudad de Panama


La Población Indígena de Panamá

La principal potencialidad de los pueblos indígenas es su propia población, sus recursos humanos que como se advierte on muy diversos y extendidos por todo el país, pero concentrados en cinco comarcas y territorios habitados ubicados primordialmente en seis provincias (Darién, Bocas del Toro, Chiriquí, Veraguas, Colón y Panamá). Se trata de una población superviviente históricamente de acciones de genocidios y etnocidios, residiendo en los lugares de mayor difícil acceso, pero que posee identidad, capacidad asociativa y posibilidades de desenvolvimiento, que potenciarán en la medida que tenga acceso a oportunidades educativas y laborales, que afirmando su identidad, les permita participar en su propio desarrollo y en el desarrollo del país.

Las etnias indígenas que habitan el istmo de Panamá se encuentran hoy, distribuidos en tres modalidades diversas (Ordóñez, 1996, p: 89):

  • Los grupos que han permanecido relativamente aislados y que conservan sus propios esquemas culturales y económicos.
  • Los grupos que conservan gran parte de su cultura, pero que están directamente articulados a una economía de mercado sean rurales o urbanos.
  • El sector de la población desindianizado por el integracionismo, y que ha perdido sus esquemas culturales y formas de organización.

Ubicaremos como población indígena a los dos primeros, estructurados en ocho pueblos indígenas: Ngöbe, Kuna, Emberá, Wounaan, Buglé, Naso, Bokota y Bri Bri, quienes representan aproximadamente 285,231 personas, el 10% de la población panameña.(Censos Nacionales, 2000). La mayoría de esta población está en el área rural, y los principales puntos de concentración son la Comarca Ngöbe-Buglé (Ley 10 de 1997). Las comarcas Kunas de Kuna Yala (Ley 16 de 1953), Madungandi (Ley 24 de 1996), Wargandi (Ley 34 de 2000) y dos comunidades Kunas, Pucuru y Paya (Takarkunyala), las cuales se encuentran en el Parque Nacional de Darién (Decreto Ejecutivo 21 de 1980). La Comarca Emberá-Wounaan (Ley 22 de 1983), y otros territorios ubicados en la provincia de Darién. Los Naso se encuentran en el Parque Internacional de La Amistad y los Bri Bri por las orillas de Río Sixaola, en la frontera de Panamá con Costa Rica.

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Pueblo típico Kuna
Conmarca Kuna Yala
Museo de la
Cultura Kuna
Conmarca Kuna Yala
República de Panama


Los Territorios

Un poco más de la mitad (53%) de los pueblos indígenas habitan en las cinco comarcas mencionadas, o sea una 150,073 personas. El 20% del territorio panameño está ocupado por estas comarcas, o sea 15,103.4 km2 de los 75,517 Km cuadrados que mide el país, por lo que debe reconocerse como un logro importante el hecho de la mayoría de los pueblos indígenas tenga sus tierras legalizadas, cumpliendo con un derecho histórico, pero una parte están fuera de las comarcas y en terrenos no legalizados, otros se encuentran ubicadas en áreas protegidas y crecientemente ocupando áreas urbanas y semiurbanas.

Las reivindicaciones de los movimientos indígenas han estado siempre muy ligadas al territorio, pero sumadas a exigencias de defensa de idiomas, cultura y hábitat. Los movimientos indígenas debaten entre diversos desafíos. Para ellos, la legislación y protección de sus territorios, la preservación de la comunidad y los estilos de organización y producción, el acceso pleno a los derechos de ciudadanía, a mantener su lengua, costumbres y creencias son reivindicaciones fundamentales, sumadas a la necesidad de delinear al Estado nacional como multiétnico y plurinacional, pues existen pueblos que deben expresarse con derechos definidos en el Estado panameño.

El concepto de comarca fue utilizado en Mesoamérica en la Colonia para designar una región, pueblo o provincia especialmente ubicado en un área distante y de difícil acceso que requiere administración especial, pero su uso histórico sugiere una región cultural, fronteriza, indígena. (Herrera, 1982,p:75). La Comarca “es un terruño indígena con organización política semiautónoma bajo la jurisdicción del gobierno nacional. Aunque es , a la vez, una división geopolítica y un sistema administrativo con límites geográficos y regulaciones internas, no es independiente del estado. Mas bien, el Estado reconoce los rasgos únicos de la sociedad indígena en contraste con la nacional, y ambos gobiernos -nacional e indígena- alcanzan acuerdos generales: los indígenas se acomodan a ciertos intereses del Estado de soberanía, seguridad y explotación de recursos, para poder ganar su propio terruño. Son ellos quienes toman la mayoría de las decisiones que conciernen a aspectos culturales, económicos y políticos que afectan a sus poblaciones. Dentro de los limites de esta región geopolítico-administrativa, los indígenas, en gran parte, se gobiernan a sí mismos bajo su propio sistema político, pero todavía mantienen fidelidad al Estado.” (Herlihy,1995, p :81). Tiene su fundamento en las raices étnicas y territoriales de un pueblo, y supone el mantenimiento de las características propias de esas comunidades emanadas de su historia e identidad. Es un concepto muy diferente al de reserva, que significa marginalidad y apartheid.

La primera Comarca tiene su origen en 1925 cuando los Kunas desatan una insurrección que intenta romper sus lazos con el Estado panameño, como respuesta al colonialismo interno expresado en una política de integración forzada. A partir de este conflicto el gobierno de Panamá reconoce con la Ley 59 de 1930 una reserva, pero posteriormente con la Ley 2 de 1938 se les otorga a los Kunas su territorio actual con el nombre de Comarca de San Blas, hoy Comarca Kuna Yala. En 1945 el gobierno panameño y los Kunas negocian una carta orgánica que establece un gobierno regional en la Comarca. Con la ley 16 de 1953 se aprueba la condición administrativa y jurídica, reconociéndose la Carta Orgánica como forma indígena de gobierno. En el ínterin otros pueblos indígenas reivindicaron la legalización de sus territorios, por lo que se definieron varias reservas pero sin delinearse administrativamente, sin contar con apoyo ni reconocimiento real. En la década de los setenta con el gobierno de Torrijos, varios congresos generales de los otros pueblos indígenas tomaron como modelo organizativo –pero modificándolo- a la Comarca Kuna. La Constitución de 1972 consagró la participación indígena en el sistema político y la dotación de territorio necesario para ello. (Herlihy, 1995, p :82-83).

La legislación sobre las Comarcas ubica la propiedad y uso colectivas de esos territorios, siendo inembargables e inadjudicables. Cada pueblo indígena posee un sistema de tenencia aceptado por las leyes indígenas sobre la base de la propiedad individual de las tierras trabajadas,y la herencia enmarcada en la producción y consumo familiar. La mitad de los hogares poseen algo de tierra, pero las tres cuartas parte no poseen título de propiedad individual. En el caso de los kunas además de la familiar existe la propiedad personal y la comunal cooperativa. (Alvarado,2000)

No toda la población indígena está dentro de las Comarcas, algunos no las poseen como los Naso, Bri Bri o Bokota , y otros muchos no viven en ellas aunque éstas ya estén delimitadas. Así, la mitad de los Kunas viven fuera de sus comarcas. La mayoría de los Emberá Wounaan, producto de su gran dispersión, están fuera de suya, y exigen la legalización de lo que designan como Tierras Colectivas. La migración producto de la marginación y el abandono provoca que 47% de los indígenas vivan fuera de estos territorios autónomos.

Las comarcas son un espacio que representa un gran recurso para el desarrollo, a partir del desafío de lograr estructurar y realizar planes de desarrollo humano comarcales, donde puedan articularse factores sinérgicos para elevar la calidad de vida de sus integrantes, por lo que deben existir los recursos adecuados para impulsar el desarrollo integral articulado a la promoción de la identidad de los pueblos indígenas.

Documentos

PANAMA. Compilación de Legislación sobre Asuntos Indígenas.
Banco Interamericano de Desarrollo, 2002

PANAMA: Condiciones políticas para los procesos de autonomía en Panama.
Raúl Leis R., Panamá, agosto 2003

Informe Nacional de Panama.
Informe elaborado por el Instituto de Investigaciones Koskun Kalu del Congreso General de la Cultura Kuna (Panama) 2004

Información sobre las regiones de estudio en Panama

Region SUGDUP
Region USTUPU